Si operas en este sector, ya conoces la respuesta. La has vivido. Has presentado documentación, explicado tus procesos AML y demostrado cumplimiento normativo… solo para recibir una negativa. O peor aún, despertarte y descubrir que tu cuenta ha sido congelada, sin una explicación clara ni una vía de solución.
Esto no va de casos aislados ni de filtrar a malos actores. Es un patrón de aversión sistemática al riesgo que está creando barreras reales al crecimiento en todo el sector y asfixiando una de las innovaciones financieras más relevantes de nuestra generación.
Somos Tap, y estamos construyendo la infraestructura que los bancos tradicionales se niegan a ofrecer.
La economía detrás del bloqueo
Analicemos qué está impulsando realmente esta exclusión, porque rara vez coincide con los motivos que los bancos declaran públicamente.
La Autoridad Bancaria Europea ha advertido explícitamente contra el de-risking injustificado, señalando que provoca “consecuencias graves” y exclusión financiera de clientes legítimos. Aun así, la práctica continúa, impulsada por dos presiones económicas fundamentales que no tienen nada que ver con el perfil de riesgo real de tu empresa.
El coste del cumplimiento
El cumplimiento en materia de delitos financieros en la región EMEA cuesta a las organizaciones aproximadamente 85.000 millones de dólares al año. Para los bancos tradicionales, el cálculo es sencillo: atender a empresas cripto requiere conocimientos especializados, mayor monitorización y diligencia continua.
Desde un punto de vista puramente económico, resulta más barato rechazar a todo el sector que invertir en la infraestructura necesaria para servirlo adecuadamente.
La carga de capital regulatoria
Las nuevas regulaciones de la UE imponen una ponderación de riesgo del 1.250 % a los criptoactivos no respaldados, como Bitcoin y Ethereum. No es un requisito de cumplimiento, es una penalización de capital que hace que la exposición al crypto sea comercialmente inviable para las instituciones tradicionales, independientemente del riesgo real que presente cada cliente.
En el Reino Unido, aproximadamente el 90 % de las solicitudes de registro de empresas cripto han sido rechazadas o retiradas, a menudo citando controles AML insuficientes. Sean o no precisas esas evaluaciones, han servido como justificación perfecta para políticas de rechazo generalizado.
¿El resultado? Empresas que cumplen la normativa reciben el mismo trato que los malos actores, no por lo que hacen, sino por el sector al que pertenecen.
El coste real de la exclusión financiera
La exclusión financiera no es un simple contratiempo. Crea barreras operativas tangibles que afectan a todos los aspectos de la gestión de una empresa cripto.
Empresas con autorización MiCA, programas de cumplimiento sólidos y requisitos regulatorios cumplidos se encuentran sin acceso a servicios bancarios básicos. Los on-ramps y off-ramps fiat siguen siendo inaccesibles, lo que ralentiza pagos, limita el crecimiento y complica la gestión de la liquidez.
Los casos individuales lo ilustran claramente. Cuentas cerradas por recibir un pago desde un exchange regulado. Otras canceladas bajo vagas referencias a “decisiones comerciales”, sin una justificación concreta. Los fundadores tienen dificultades para separar finanzas personales y empresariales, ya que ambas se consideran demasiado arriesgadas.
La ironía es evidente. Al negarse a servir a empresas que cumplen la normativa, los bancos tradicionales no reducen el riesgo, lo amplifican. Al verse obligadas a operar a través de canales menos regulados, estas empresas afrontan mayores riesgos operativos y de cumplimiento, transacciones más lentas y menor confianza de los inversores.
Con el tiempo, esto frena la innovación y encarece el coste de operar para compañías que son legal y técnicamente sólidas.
El debanking más allá de Europa: los retos en Estados Unidos
El acceso limitado a servicios bancarios no es exclusivo de Europa. Empresas líderes del sector cripto en Estados Unidos también han afrontado importantes obstáculos.
Alex Konanykhin, CEO de Unicoin, describió cierres reiterados de cuentas por parte de grandes bancos como Citi, JPMorgan y Wells Fargo, señalando que el acceso se cortó sin explicaciones. La experiencia de Unicoin refleja un sentimiento generalizado entre directivos del sector, que consideran que las instituciones financieras tradicionales siguen desconfiando de las empresas de activos digitales pese a los recientes cambios hacia posturas más favorables a la innovación.
Jesse Powell, cofundador de Kraken, también ha denunciado la pérdida de socios bancarios de larga duración, calificando la práctica como “censura financiera encubierta”. Caitlin Long, fundadora de Custodia Bank, relató cómo su entidad fue rechazada repetidamente. Los fundadores de Gemini, Tyler y Cameron Winklevoss, compartieron frustraciones similares.
Estos testimonios revelan un patrón que muchos interpretan como aversión sistémica al riesgo. Incluso en un mercado tan grande y maduro como el estadounidense, las empresas cripto siguen teniendo dificultades para mantener una infraestructura financiera básica.
El problema se agravó tras el colapso de bancos favorables al crypto como Silvergate, Signature y Moonstone, instituciones que actuaban como puentes clave entre el dinero fiat y los activos digitales. Su desaparición dejó un vacío que pocos actores tradicionales han querido cubrir.
Por qué existe Tap
El sector cripto ha llegado a un punto de inflexión. Marcos regulatorios como MiCA aportan claridad. La adopción institucional se acelera. La tecnología está probada. Pero persiste una brecha fundamental: el acceso a banca empresarial que funcione de verdad para empresas de activos digitales.
Por eso creamos Tap for Business.
Ofrecemos cuentas empresariales con IBANs dedicados en EUR y GBP, diseñados específicamente para empresas cripto y negocios que interactúan con activos digitales. No es un producto secundario ni un experimento. Es nuestro enfoque principal.
Nuestro enfoque es claro
Construimos infraestructura para este sector
En lugar de adaptar sistemas bancarios tradicionales para acomodar a regañadientes a empresas cripto, diseñamos nuestros marcos de cumplimiento, monitorización y operaciones específicamente para flujos de activos digitales. Esto nos permite evaluar y servir adecuadamente a empresas que otros rechazan automáticamente.
Valoramos el riesgo real, no el sector
Las políticas de rechazo generalizado existen porque son baratas y simples. Nosotros seguimos otro camino: evaluar cada empresa según sus controles reales, su postura de cumplimiento y su operativa. Es más costoso, pero es la única forma correcta de servir a este mercado.
Apostamos por la normalización del sector
Cada vez que una empresa cripto legítima se ve obligada a operar sin infraestructura bancaria adecuada, se refuerzan estigmas obsoletos. Al ofrecer servicios financieros profesionales a empresas que cumplen la normativa, ayudamos a demostrar algo evidente: las empresas cripto pueden y deben ser atendidas por el sistema financiero.
No se trata de asumir riesgos que otros no quieren. Se trata de evaluar correctamente riesgos que otros se niegan a comprender.
Mirando hacia adelante
El sector está madurando. La claridad regulatoria avanza. La adopción institucional se acelera. Pero no puedes poner tu negocio en pausa mientras los bancos tradicionales se ponen al día.
Eso no es sostenible.
Como empresa, no deberías tener que rogar por una cuenta bancaria. No deberías minimizar tu actividad cripto para acceder a servicios financieros básicos. Y desde luego no deberías aceptar una exclusión sistemática con explicaciones vagas como “así funcionan las cosas”.
El sector cripto está construyendo el futuro de las finanzas. Tu socio bancario debería creer en ese futuro.
Si estás listo para trabajar con una infraestructura financiera diseñada para tu negocio, y no en su contra, aquí estamos. Habla hoy con uno de nuestros expertos y descubre cómo podemos ayudarte a acceder a la infraestructura bancaria que tu empresa necesita.
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